El término reconquista es un tipo ideal histórico para referirse a un período histórico que va desde el 711 con la llegada de los musulmanes a la península ibérica hasta su expulsión en 1492 por los Reyes Católicos.
Este concepto historiográfico surge a fines del siglo XVIII con José Ortiz y Sanz en su obra Compendio cronológico de la historia de España. Al final del segundo tomo de esta obra es cuando aparece por primera vez y como apunta Ríos Saloma no es un simple sinónimo de restauración (que es el termino utilizado hasta el momento para referirse a este proceso), sino que tiene una categoría de nuevo concepto1. Eso sí, sin desplazar al otro concepto.
La idea de reconquista va ir variando a lo largo del siglo XIX, por lo que va a ser utilizada por diversas corrientes ideológicas especialmente a partir del reinado de Isabel II. En la década de 1850, Lafuente va asociar el concepto de reconquista a la apropiación militar de un territorio ocupado por un invasor. Además hay que añadirle la búsqueda de identidades culturales e históricas para la fundación de los Estados-Nación y un gran sentimiento nacionalista ligado a la invasión napoleónica en los albores del siglo XIX.
Por lo que el uso político que se hace de este proceso histórico es muy grande. Desde los Reyes Católicos para la expansión americana, la legitimación del Imperio de Carlos V, el cambio de dinastía en el siglo XVIII o ya en el siglo XIX con la restauración borbónica, aludiendo a esa restauración de valores patrióticos frente al caos de la Primera República2.
La imagen de restauración de valores es la que se tiene de este proceso hasta el siglo XVIII, que es cuando se le añade la visión militarista. Además de un sentimiento nacionalista puramente que será llevado a su máxima expresión durante el franquismo. Sirviendo de justificación para el alzamiento militar contra la Segunda República. Por otro lado, en el régimen nacional-católico se van a idealizar ciertos personajes como Pelayo o El Cid para asemejarlos a la figura del dictador.
Pero la idea de reconquista muy fuertemente ligada a la Corona de Castilla y la meseta ha servido al nacionalismo catalán . Porque los historiadores habían identificado a Castilla con España dejando a un lado las regiones periféricas como la catalana. Así que se retrotraen a Wifredo el Velloso como primer conde de Cataluña.
Por lo que en siglo XIX se empezó a ligar al nacionalismo de uno y otro lado. Utilizando así la historia con fines políticos que ha un día de hoy hay que trabajar mucho para quitar a ciertos personajes y a la historia la camisa azul que le pusieron algunos. Cuando esto se consiga se podrá ver que algunos acontecimientos no tienen tanta importancia como se les ha dado y otros que están en el olvido tienen un valor mucho más trascendental.